EL MATRIMONIO: Qué es y qué no es
QUÉ ES:
- Es la unión de hombre y mujer concertada de por vida, mediante determinadas costumbres, ritos o según la ley, y que confiere a ambas personas interesadas en la unión determinados derechos y obligaciones.
- Esto nos dice, mas o menos, la mayoría de los diccionarios consultados. Examinemos lo que creemos que es el Matrimonio.
- En todas las épocas y culturas se ha tenido conciencia de la grandeza del matrimonio, relacionándolo con las más hondas aspiraciones humanas, y con el verdadero amor entre dos personas de diferentes sexos: hombre y mujer, los cónyuges.
- La unión conyugal procedente del amor de hombre y mujer, corresponde a la propia naturaleza humana, que ha sido siempre universal y permanente.
- Esta íntima comunidad de vida y amor, alianza matrimonial entre hombre y mujer, no es una creación humana. Desde la creación del hombre (las personas: hombre y mujer) por su Creador, ya se inscribe el matrimonio en la misma naturaleza de ambos. Podemos decir que era congénito en su naturaleza a través del amor. Y todo esto, a pesar de las diferentes formas externas que por diversidad de culturas, hábitos sociales o creencias espirituales, no han mermado la estructura interna de lo que es, y sigue siendo, el vínculo matrimonial de uno con una y para toda la vida.
- Básicamente, la antropología en general, (y especialmente la cristiana), nos muestra el matrimonio cómo una pareja (hombre y mujer) creada a imagen y semejanza de alguien superior.
- La cultura judeocristiana, nos lo muestra a semejanza del amor trinitario de su Creador (que los ha creado por Amor), con la dignidad de persona, y capaz de amar y ser amado.
- Ambos son iguales en su dignidad de persona, y a la vez distintos en su condición sexual.
- En esta distinción es condición de la persona entera, que da lugar a dos modos diversos de esta condición: masculino y femenino, pero igualmente originarios.
- En este ser iguales y distintos, en esta diversidad, donde cada cual por amor, se reconoce otro yo a quien es posible amar, es donde nace la complementariedad.
- En virtud de esta complementariedad natural, aparece la atracción mutua hombre-mujer, a través del amor, la creación de un vínculo indivisible de ser “una sola carne”, que les exige una donación que produce una fidelidad exclusiva y perpetua, en aras de una posterior y posible fecundidad familiar.
- El pacto matrimonial es imagen visible y natural, grabada en la naturaleza humana desde su origen, de la comunión de amor en la vida íntima de Dios, y reflejo del amor de Él por el hombre.
- Es mas, el amor conyugal tiene como ejemplo de donación mutua a perpetuidad, el de la caridad y donación que Dios tuvo por los hombres en la cruz.
QUÉ NO ES:
- La naturaleza del Matrimonio nunca ha dependido del arbitrio de las personas, ni del azar, ni tampoco de querer cambiar los rasgos comunes y permanentes que siempre lo han caracterizado.
- En los dos últimos siglos, ha ido paulatinamente creciendo el olvido de las personas en relación a su fin trascendente en la vida, se ha perdido la visión de Dios, como fin último de la existencia del hombre.
- El hombre deja de creer que la salvación de la sociedad humana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar, según diseño de su Creador.
- La ignorancia, ideologías erráticas y la debilidad del hombre, deforman la institución matrimonial, oscureciendo paulatinamente sus fines, y tratando de convertir la unión conyugal en todo lo contrario de lo que es.
- A pesar de la ignorancia y errores del hombre, no se entiende la crisis matrimonial y familiar de hoy día, y especialmente en países de Occidente, de tradición cristiana, si en principio no se acepta que el hombre, paulatinamente, se ha ido alejando de DIOS.
- Como consecuencia de esta separación, el pecado, el mal se apodera de la persona. Su debilidad natural le impide ver y disfrutar del Bien. Carece de apoyo moral.
- En este contexto, el amor conyugal, en cuanto a su realización en origen (explicado con más profundidad en La Unión Conyugal), cuesta esfuerzo y ayuda, y por tanto no hay lucha para mantener su fidelidad y perpetuidad.
- El significado recíproco de donación no se vive materialmente, porque fatiga el vivirlo.
- La donación remueve en terrenos del espíritu, y no de lo material o sensual, donde aparecen, en las relaciones entre ambos, factores diversos de tensión y distorsión.
- El vivir en donación y comunión constante se debilita cuando falta la generosidad mutua, el aumento del egoísmo y la soberbia de valerse por sí mismo unilateralmente. La falta de ver el Bien, por los graves errores de las personas, nubla el alma espiritual de cada cual.
- Finalmente aparece, alimentado por nuestras tres concupiscencias, el temor, el agravio recíproco, el espíritu posesivo, las discordancias de gustos y pareceres, la soberbia y el mal entendido orgullo, deseos arbitrarios generalizados, las infidelidades, posibles agresiones…
- No se podrá entender el Matrimonio en toda su extensión si no se contempla que dentro del Amor, también existe la entrega, el dolor y el sacrificio, que ayudan a fortalecer el fin trascendente al que estamos llamados.
- Una vez perdida esta visión trascendente de lo que es el amor conyugal, estamos abocados a terminar perdiendo su verdadera naturaleza.